Sin duda, uno de los tipos de tatuajes que mayor popularidad han alcanzado durante los últimos años ha sido, con total seguridad, el de los tatuajes tribales. Este tipo de piezas están caracterizadas por el clasicismo que imprimen. Así como por el significado y los diferentes elementos que intervienen a la hora de asegurar su máxima esencia.

Para poder comenzar a analizar a los tatuajes tribales, es importante que tengamos en cuenta que tenemos que remontarnos a los primeros años de la historia de la disciplina. Los primeros tatuajes que existieron se componían de líneas amplias y entrelazadas que, en su gran mayoría, terminaban en punta. Y, por supuesto, se componían únicamente de un color: el negro. Siendo este su principal denominador común.

 

Un tatuaje propio de las tribus

Los tatuajes tribales, como su propio nombre indica, hereda su nombre del uso que se le proporcionaba. Se trataba de un tipo de tatuaje que era característico de las tribus polinesias. Así como de los maoríes y de los samoanos. No obstante, con el paso de los años y la creciente popularidad alcanzada por este tipo de tatuajes, ha provocado que cada vez sean más los interesados en este tipo de opciones.

Históricamente, los tatuajes tribales han estado muy relacionados con la identidad que proporcionaba a todas las personas que decidían imprimirnos en su piel. Normalmente, todos los miembros de una tribu apostaban por el mismo tipo de tatuaje. Como si de un ritual se tratase en el momento de alcanzar una determinada edad. Por lo tanto, eran considerados como una marca que simbolizaba la transición de la niñez a la época adulta.

Otro de los orígenes de este tipo de piezas lo encontramos en el estatus social. En determinadas sociedades, contar con un tipo de tatuaje en particular denotaba una cierta clase o estatus. Así como un prestigio que se adecuaba a las necesidades de todos aquellos que los portaban en su piel. No conviene olvidar que nos encontramos ante uno de los elementos más característicos por los que se decantaban todas las personas que pertenecían a una misma tribu.

 

Un proceso que ha ido mejorando

El avance de la tecnología ha permitido que actualmente los tatuajes se encuentren con una gran cantidad de herramientas tras de sí que les permiten asegurar en todo momento un trabajo mucho más cuidado y limpio. Al contrario de lo que ocurría años atrás, en los que los tatuajes se utilizaban con herramientas muy rústicas que requerían una gran cantidad de horas y diferentes pinchazos por todo el cuerpo, actualmente no ocurre lo mismo. Por lo tanto, el proceso de ejecución y el de recuperación de nuestro cuerpo es muy inferior al que podríamos encontrar antaño. Siendo uno de los principales beneficios para nuestros clientes.

Con el paso de los años, este tipo de diseños ha logrado mantener su tradición. Hasta consolidarse como una de las tendencias que puedes encontrar en el momento actual a la hora de decantarte por la elección de tu primera pieza.