Antiguamente, cuando aún no existían las máquinas de tatuar, un tatuador podía llevar sus herramientas en el bolsillo de su chaleco y trabajar en casi cualquier lugar. Tan pronto como la máquina eléctrica salió al mercado, todo cambió. Las limitaciones del cable eléctrico fueron obvias. En la patente inglesa de 1875 de Edison, describió este cable como el «cable flexible». En esa patente, se mostraba con el listón torneado y los accesorios roscados para facilitar esa «conexión flexible».

 

La máquina de tatuar patentada por Samuel O’Reilly en 1891 y la máquina de Charlie Wagner en 1904 se basaban en conectores eléctricos del mismo estilo. Con este tipo de máquina, había problemas con el conector debido al desgaste de la única hebra de cable desnudo que tenía que enrollarse alrededor del conector. Como resultado de su flexión hacia adelante y hacia atrás, el cable se rompía, y había que cortarlo para volver a conectarlo.

 

En 1929, cuando la Oficina de Patentes de Estados Unidos aceptó la patente de la máquina de Percy Waters, las conexiones habían mejorado mediante el uso de cables telefónicos cubiertos de tela. Estos cordones se construían con alambre flexible de múltiples hilos protegido por una cubierta de algodón tejido. En los extremos, se colocaban accesorios de metal en postes conectores perforados especiales en la máquina. En el negocio del tatuaje, estos cables se llamaban «connecting cords«. Waters los describió como «hechos en fábrica, 36 pulgadas de largo, 50 ¢ cada uno o 5 por $ 2,00». Estos cables funcionaban bien. 

 

No está claro a quién se le ocurrió la idea del cable de conexión con clip cord. En la década de 1940, Milton Zeis fue el primer proveedor en promocionar y vender máquinas que se podían usar con clip cord. El clip cord original de Zeis era una pinza de plástico para ropa que se perforaba con pestañas de metal en forma de L y se conectaba a la parte posterior o lateral del marco. El clip cord se adoptó rápidamente en el mundo del tatuaje. El avance de este cable no solo cambió el aspecto del soporte de trabajo, sino también el diseño del marco de la máquina. Un pequeño orificio perforado debajo del soporte del resorte trasero y un poste de enlace simple y corto montado en la parte baja de la parte posterior del marco era todo lo que se necesitaba. Debido a este avance, los tatuadores comenzaron a trabajar con solo dos máquinas; una para la línea y una para la sombra.

 

Por lo general, la alineación del cordón de sujeción es vertical al marco y las bobinas, pero algunos constructores de marcos, como Nick Melroy y Lionel Titchener, experimentaron con diseños de marcos en los que colocaban el cordón de sujeción horizontalmente al marco y las bobinas. 

 

La idea del clip cord no era muy antigua antes de que los tatuadores comenzaran a experimentar para deshacerse de él. Bill Moore fue uno de los primeros proveedores en promover el uso del enchufe telefónico. Este promovía su «Wonder Machine», que presentaba «un arreglo de un solo cable». Las máquinas Wonder eran una rareza, pero la idea de un solo cable no fue un gran éxito.