Patrick Shanty

Patrick Shanty despliega el tattoo como si fuera fotografía táctil, una arquitectura sensorial en negro y puntos. Su realismo dotwork excede la reproducción, es introspección visual, un puente entre paciencia, precisión y arte corporal contemporáneo. Su estética se define por una fidelidad sorprendente con el uso minimalista del trazo —cada sombra y contorno está compuesto por miles de micro-puntos—, mostrando un control rítmico casi meditativo. Más que reproducir una imagen, sus tatuajes parecen entonaciones gráficas precisas, donde cada elemento vibra con armonía tonal.